La guerra espiritual sí existe. Es una guerra entre Dios y el diablo. El reino de la luz y el reino de las tinieblas. Dios y los ángeles y el diablo y sus demonios.
Esta ya fue ganada por Jesús en la cruz, pero existirá hasta el fin de los tiempos. ¿Quién ganó la guerra entre Estados Unidos e Irak? ¿Se acabaron los disparos y las bombas? No, porque aunque el enemigo haya sido derrotado, sigue operando. Dice la escritura que el diablo es el príncipe y el dios de este mundo y todavía tiene permiso para seguir operando en la tierra y busca alejar a los seres humanos de Dios e impedir que se arrepientan de sus pecados y lleven una nueva vida, la vida plena que Dios planeó para la humanidad.
¿Cuál es el objeto de las patadas de ahogado del diablo? Pelear y ganar almas para su reino. Ya fue derrotado y no conforme desea llevarse con él al lago de fuego a cuantas personas logre seducir para no obedecer la voluntad perfecta de Dios. Mientras más personas mueran sin ser hijos de Dios, siente que tiene una derrota pero con sabor a victoria. Fue derrotado pero busca lastimar al Reino de Dios al llevarse los que fueron creados para el bien y no encontraron el cómo hacerlo, porque muchos sin saberlo servían al dios de este mundo.
La guerra espiritual se pelea en lo individual. La forma de pelearla en lo individual es orando, y viviendo en santidad. Orando para que a los que no creen en el evangelio, les sea quitado el velo que les impide ver la verdad y la luz y por lo tanto no se arrepienten de sus pecados. Y viviendo en santidad al permanecer cada uno de nosotros firmes en el evangelio sin ceder ante las seducciones del mal. Entonces viviremos en victoria y no en derrota, no le daremos gusto al diablo, ni a nuestros deseos pecaminosos.
La guerra espiritual se pelea en lo colectivo. Esto se hace predicando para que otros entreguen sus vidas al Señor y sean libres del pecado. La causa de la guerra son las almas. Son ellas por las que podemos y debemos pelear. Pelear no directamente contra el diablo, sino contra lo que el diablo quiere, almas. Walmart y Kmart no se pelean entre ellos. Se pelean por los clientes. Nosotros peleamos por las almas que no conocen a Dios y por animar a permanecer en la fe a los que ya tenemos el privilegio de ser llamados hijos de Dios.
No nos confundamos, no podemos expulsar al diablo de la tierra. Eso le tocará a Dios en el tiempo que nadie más conoce. Pero sí podemos expulsarlo de las vidas de nuestros parientes y amigos que por medio de la oración, el ejemplo de una vida cristiana ejemplar y la predicación del evangelio vienen a los pies de Cristo.
Le dejo algunas citas bíblicas para meditar sobre lo que la Biblia dice de la guerra espiritual:
“Su enemigo el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar”. 1 Pedro 5:8 NVI
“Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados14 y anular la deudaque teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz.15 Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.” Colosenses 2:13-15 NVI
“Ya me han oído decirles: «Me voy, pero vuelvo a ustedes.» Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo.29 Y les he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.30 Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí,31 pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga.” Juan 14:28-31 NVI
“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.” 1 Pedro 5:8 NVI
“El dios de este mundo ha cegado la mente de éstos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. 2 Corintios 4:4 NVI
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