Libro Me quiero casar – Capítulo 1 – Definamos

febrero 5, 2016

matrimonioEl 14 de Febrero 2016, a las 10 de la mañana, lanzaré gratis mi tercer libro en la serie de Noviazgo #MeQuieroCasar, lo que toda pareja de novios debe responder antes de decir sí acepto.

Más de 300,000 personas han descargado los dos libros anteriores de esta serie. Aunque no tenga pareja ahora, este libro le servirá a todo soltero, para prepararse para formar la empresa más importante de la vida, la familia.

Aquí le comparto un adelanto del mismo. Descárguelo gratis el 14 de Febrero en www.librosalexlopez.com y responda las preguntas que le permitirán formar un matrimonio que dure hasta que la muerte los separe.

Capítulo #1 – Definamos

Con trece años de edad, ya tenía sus criterios bien definidos. Esta jovencita me miró a los ojos y respondió de una forma directa y con la seguridad de una agente de la CIA que tiene todas las evidencias a su mano. No le hice una pregunta, le plantee una suposición.

Yo estaba buscando que hipotéticamente, ella se pusiera en el lugar de una mamá para que pudiera a través de esa supuesta óptica, evaluar su conducta como hija.

Cuando le pregunté: Imagináte que sos mamá de una jovencita de trece años… Ni bien había terminado de pronunciar ese enunciado, ella me cortó con una respuesta tajante: Yo nunca voy a casarme.

Si usted me conoce, sabe que me gustan las preguntas. La pregunta que siguió a mi fallida y destruida suposición, para enseñarle algo a esta joven fue: ¿Por qué no te querés casar? Su respuesta fue, para sufrir como mi mamá, ¡Nunca!

¿El matrimonio es un sufrimiento? O ¿El matrimonio es un deleite?

Cuando evaluamos una idea, es importante siempre pasar la misma creencia por el filtro de todas las situaciones posibles. Es muy probable que una idea suena y parezca buena, pero cuando la aplicamos a otras situaciones, muchas veces nos muestra que nuestra idea, no es tan aplicable en el mundo real, que más bien debemos replantearla o eliminarla por completo.

Para sufrir como mi mamá, ¡Nunca! Evaluemos esta creencia.

Esta joven cree que el matrimonio es sufrimiento y en base a esa creencia vive, por lo que con lujo de fuerza declara: yo nunca me voy a casar. Y tiene ciertos motivos para pensar así. Su papá abandonó a su mamá después de unos años tormentosos.

Además ella ha experimentado la terrible ausencia de la figura paterna en el hogar. En los días del Padre en el colegio, él no ha estado presente. No sólo no ha estado presente, abandonó su familia para formar otra con la que sí vive.

Vemos entonces que el dolor y el sufrimiento del que ella habla sobre el matrimonio, para nada es mentira. Ha escuchado a su mamá llorar en las noches cuando tiene una dificultad y está sola. Mientras la otra mujer tiene la compañía de su papá.

El tema del dinero es otro dolor. Siempre que su mamá llama a su papá para pedirle dinero, se presenta la tercera guerra mundial. Al final de las cansadas, el papá resulta entregando el dinero de mala gana y muchas veces no asciende a la suma solicitada.

El enunciado “Para sufrir como mi mamá, ¡nunca!”, como que nos está convenciendo. Qué sufrimiento el que esta jovencita vive en casa y seguramente no quiere experimentar lo mismo. Por eso afirma que nunca se va a casar.

Pero ella no es consistente. Declara que nunca va a tener hijos, nunca se va a casar, pero tiene novio. ¿Por qué? Su respuesta a esta contradicción es que tiene novio para no estar sola.

¿Recuerda mi primer libro sobre noviazgo? ¿#Emparejarse? Hay un capítulo que se llama “Mejor cómprese un perro”. Si su problema es estar sola, mejor cómprese un perro, afirmo. Ellos siempre nos mueven la cola cuando llegamos a la casa, lloran de la emoción como cuando un Belieber está frente a Justin Bieber o le contesta un tuit.

Otra joven no conocía otro ambiente de matrimonio, que el de dos almas viviendo bajo el mismo techo, pero con una relación más distante que la que existe entre el este del oeste. En esta relación no hubo separación, pero sí distanciamiento bajo el mismo techo.

Su único recuerdo de amor entre sus padres fue una vez que se tomaron de la mano mientras caminaban sobre la arena del mar en la playa. Su definición de matrimonio no era la de sufrimiento como en el primero caso, pero sí la de distanciamiento.

Creo que su respuesta a mi suposición: Imagínese que usted es mamá de una hija de su misma edad… Su repuesta hubiera sido: “Yo nunca me voy a casar. Para vivir bajo un mismo techo, pero distanciados como mis papás, ¡Nunca!”

Esto era lo que ella creía, pero un día, algo pasó. Llegó a la casa de una amiga de la universidad. Ese día sus ojos fueron abiertos a otra verdad más allá de la verdad que conocía sobre el matrimonio en su familia.

Mientras caminaba con su amiga por un pasillo de la casa, vio la puerta abierta del cuarto de los papás y adentro, colocada sobre la almohada de la mamá, había una tarjeta.

Ella le preguntó a su amiga ¿Qué es eso? La amiga muy fresca le contestó: son cosas que mi papá hace todo el tiempo. Le vive dejando tarjetas y regalos a mi mamá. Para la amiga fue un día más de muestras de cariño y amor. Para mi amiga fue nacer a la posibilidad de una existencia matrimonial no de sufrimiento, no de distanciamiento, sino de un compromiso de amor hasta que la muerte los separe.

Esta familia no sólo le mostró la posibilidad de un matrimonio unido y amoroso, sino al conocerlos más, se dio cuenta que eran personas de fe y que su libro favorito era la Biblia. Ese libro tenía algo que ella debía tener, porque producía una transformación en el corazón de los seres humanos como nunca había visto.

Acabo de escribirle a una de las tres hijas de este matrimonio. Ella también ya formó su propio clan y la semana pasada casualmente estuvimos almorzando con nuestras familias en su casa. ¿Cuánto llevan de casados sus papás? Me sacó la risa. Están cerca de cumplir 42 años de matrimonio.

Y es que las creencias las recibimos o extraemos del ejemplo de lo que vemos en casa, muchas veces no son creencias apegadas a la realidad, sino únicamente a la realidad distorsionada de nuestro hogar.

Una joven nunca se casaría porque el matrimonio es sufrimiento, la otra pensaría que el matrimonio es distanciamiento y la última amiga definiría el matrimonio como algo tan especial, entre un hombre y una mujer, que valía la pena el esfuerzo y sacrificio diario, las muestras de cariño y la fidelidad por ya casi 42 años como lo había visto con sus papás. No definamos nuestra realidad por los defectos que vivimos sino por lo que debe ser la realidad, en este caso, del sueño de Dios para la humanidad a través del matrimonio.

Alguien puede pensar: yo nunca me subo a un avión porque en un accidente aéreo falleció un buen amigo. Pero esta creencia al aplicarla y evaluarla ante todos los aviones que diariamente despegan y aterrizan alrededor del mundo, queda descartada como una buena definición. Porque lo más probable con todos los aviones, es que puedan sufrir un accidente, pero no que deban sufrirlo cada vez que vuelan por los aires.

Lo mismo ocurre con todo lo que creemos nosotros. Debemos evaluarlo en todos los escenarios posibles, para ver si nuestras conclusiones son apegadas a la realidad en distintos casos o son una mala definición de una situación en particular. Esto es peligroso, porque si me creencia sobre algo es equivocada, voy a actuar en base a esa creencia y mi accionar por muy buenos motivos que tenga, será equivocado.

Por eso es qué es importante definir algo, especialmente algo tan importante como el matrimonio. Porque de las familias salen los policías y lo secuestradores, los líderes que transforman países y los que los esclavizan, los que salvan al enfermo y los que enferman con el miedo en las calles.

Definir ¿Qué es el matrimonio? Es crucial y es la primera pregunta que ustedes como novios deben poder responder y estar de acuerdo en su respuesta. ¿Para qué? Para que al estar de acuerdo en este tema que forma la célula básica de la sociedad, puedan accionar con todo empeño hacia la misma dirección, tengan expectativas claras y unificadas y juntos superen los 42 años de matrimonio de la familia de mi amiga.

Esta es una definición personal, no exhaustiva, sino práctica y que puede darle una idea de la respuesta que usted puede llegar a adoptar como su creencia.

Para mí el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, quienes dejan a su papá y a su mamá, con el propósito de convivir, formar su propio clan, disfrutar de la vida y transmitir las creencias que como pareja consideran principios inquebrantables y la base de un sociedad productiva, justa, pacífica, empática y espiritual.

Desde mi punto de vista, estas verdades que los padres transmiten a sus hijos, fueron reveladas por Dios en un libro que a pesar de ser muy antiguo, sigue siendo tan relevante y lo seguirá siendo todos los siglos a futuro, porque habla a las necesidades del corazón del hombre de todos los tiempos, presentando a Jesús como la máxima revelación de la verdad del cielo y el camino hacia a Dios, al convertirse en el Salvador de los pecados de la humanidad y reconciliarnos con el Padre.

“Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» 19 Entonces Dios el Señor formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llevó al hombre para ver qué nombre les pondría. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y con ese nombre se les conoce. 20 Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre. 21 Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras éste dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. 22 De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, 23 el cual exclamó: «Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Porque del hombre fue sacada.» 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser. 25 En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza.” La Biblia – Génesis 2:18—25 NVI

De esta lectura, quiero hacer especial énfasis en tres palabras: dejar, unir y fundir.

Cuando alguien contrae matrimonio deja a su padre y a madre. Esto consiste en que corta el cordón umbilical de sus papás, para dar a luz ahora una relación más fuerte y poderosa que la que tenía con su padre y su madre. Ahora su prioridad es su pareja y luego sus papás.

Por supuesto que debe honrar a sus papás, pero el orden ha cambiado. La pareja que no deja a padre y a madre y entiende que ahora forma un nuevo clan – una nueva familia independiente –, con un liderazgo independiente, seguramente terminará mal.

Al decir dejar, no me refiero a abandonar a sus papás para siempre. Cuando dejo a mis hijos en el colegio no los abandono, los dejo, pero nos volveremos a ver. Los hijos se casan y se van. En ocasiones los papás no quieren que se vayan y en ocasiones los hijos no quieren irse. No caiga en ninguno de estos dos errores, porque le costará su matrimonio.

La segunda y tercera palabra sobre las que quiero hacer especial énfasis, son las palabras: unir y fundir.

El hombre no sólo deja a su padre y a su madre, se une a su mujer y los dos se funden en un solo ser. Cuando usted tomas dos velas, las enciende y las pone en posición vertical, ambas comenzarán a gotear cera líquida, que si usted deposita en un recipiente, será imposible separar la cera de una candela de la otra. Ambas se han fundido en un solo ser.

Esto es lo que pasa en el matrimonio, nos unimos de tal manera que es como una fundición, nada puede separarnos. Usted ahora tiene dueño, usted le pertenece a su pareja y ella le pertenece a usted. Ambos se deben fidelidad absoluta.

El matrimonio no es hasta que los problemas nos separen, sino hasta que la muerte nos separe. Es lo que yo llamo, un compromiso a muerte. Usted no entra al matrimonio con un paracaídas, con un plan B, no deja su cuarto listo donde sus papás, por si tiene que regresar. Usted llega al nuevo país del matrimonio atravesando el océano y quema los barcos para nunca regresar, sino sólo tener la opción de seguir avanzando.

El matrimonio es idea de Dios y sus ideas son perfectas, nosotros somos los imperfectos. Pero su amor en nosotros nos permite amar como Él amó, perdonar como Él perdonó y cumplir nuestras promesas matrimoniales hasta que la muerte nos separe. Porque su amor bajo del cielo en Jesús de Nazaret, para mostrarnos el camino al Padre, revelarnos toda verdad y darnos un nuevo corazón.

Pregunta #1:
¿Qué es el matrimonio?

Respuesta #1 del autor:
Para mí el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, quienes dejan a su papá y a su mamá, con el propósito de convivir, formar su propio clan, disfrutar de la vida y transmitir las creencias que como pareja consideran principios inquebrantables y la base de un sociedad productiva, justa, pacífica, empática y espiritual. Estas creencias se encuentran en un libro antiguo pero relevante para todas las épocas, la Biblia.

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