La Catapulta

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Hoy me desperté ya con 15 años ¡pero multiplicado por 3! Jajaja! y agradecido con Dios por la vida.

Cuando desperté, mi esposa Aixa me dijo que iba a llamar a mis hijos para que entraran al cuarto a cantarme y a darme el abrazo, que es nuestra tradición familiar. Le dije que me esperara, me fui a cepillar los dientes y me puse una camisa negra de manga larga. Me acosté en la cama, me tapé hasta el cuello y me puse una almohada sobre la cabeza. Cuando mis hijos entraron cantaron el Happy Birthday y cuando me quitaron la almohada y me destaparon se comenzaron a reír: “Por qué dormiste con ropa” me dijeron. Les dije que era para irme a acostumbrando al ataúd. Lo que hizo que se soltaran una carcajada. Ellos conocen mi humor.

Luego nos fuimos a desayunar con 3 de mis 4 hijos. Aixa se quedó (pues tuvimos Coronavirus ella y yo, y quería descansar para compartir mejor juntos al almuerzo) y mi hija mayor que está en la Universidad. Hoy los pequeños tuvieron entrega de notas, entonces aprovechamos para compartir. La vida es compartir, compartir vida, vida eterna y fe.

Un año más, siempre es un año menos. Pero un año más, se puede exprimir más que el anterior. Sobre todo, en lo que más importa. Moisés escribió en el Salmo 90:12 “Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.”

Sabiduría no es lo mismo que astucia y mucho menos que estudios. La sabiduría no viene de tener un doctorado universitario, no viene de tener recursos económicos, no tiene nada que ver con las relaciones que tenemos. La sabiduría viene de creer y temer a Dios. Los demonios también creen y tiemblan, pero son incapaces de vivir para Dios.

Creer en Dios no me protege de nada. Hay quienes creen que hacer ejercicio es necesario para tener una vida saludable, pero nunca lo hacen y, por lo tanto, creer no les sirve de nada. Creer en Dios no me protege ni me salva de nada. Creer y temer a Dios, transforma mi vida. Quien le teme, cree que existe y vive día a día, buscando rendir su vida a la perfecta voluntad del Padre. Pero su caminar no comienza con las obras, comienza reconociendo la incapacidad de sus obras para salvarse de las consecuencias del pecado y librarse de la ira santa de Dios. Sólo la muerte sustitutiva de Cristo produce esa perdón, vida y esperanza eterna.

Moisés decía: “Enséñanos a contar bien nuestros días para que nuestro corazón adquiera sabiduría”. Nacemos con fecha de muerte. Esto puede alentarnos o desalentarnos. Todo, dependiendo de con qué óptica lo veamos. Aliéntese a hacer cosas grandes en esta tierra siempre, para servir con sus recursos a Dios, a su familia y a su prójimo. Pero siempre con la mirada puesta en Dios, porque aun si viviéramos 100 años, la vida es corta. Le pido a Dios sabiduría para contar mis días y para vivir mis días. Y que a usted también.

Cada uno de mis cuatro hijos, me entregó como regalo una hoja que diseñó mi esposa. En esta, completaron tres frases. La primera decía Gracias por… la segunda, Me haces feliz cuando… y, la tercera Le pido a Dios por ti…

Me dieron gracias por estar allí cuando lo necesitaban, por ir a trabajar, aunque no tuviera el ánimo al 100%, por dedicarle tiempo en una salida a comer ya sea en familia o uno a uno, por cuidarlos cuando se sentían mal, por aguantar algunos caprichos, por ser amoroso, alegre, visionario e inteligente y por enseñarles todo lo que sé.

Me dijeron que les hacía feliz cuando los hago reír con mis caras, cuando les digo frases que sólo a mí se me ocurren, cuando hablamos juntos o nos quedamos en las cenas molestando con todos, cuando hacemos juntas con nuestros amigos, cuando cuento chistes, cuando compro cosas o comida pensando en ellos, cuando llego a la casa, por amar, ser paciente y las enseñanzas.

Me dijeron que le pedían a Dios porque me diera muchos años más de vida para seguir conociéndolo, por todos mis planes, porque Dios me use, porque Dios esté conmigo a donde vaya, por los trabajos que tengo y voy a tener, por mi corazón para que Dios siga haciendo de mí un hombre conforme a él, por estar un año más y por los proyectos para salir adelante.

Vaya que mi esposa no les pidió que completaran la frase: Lo que mi papá debe cambiar… Porque siendo un humano con naturaleza pecaminosa, imperfecto y necesitado de la esperanza eterna que sólo encuentro en Jesús, he fallado como padre y seguramente, fallaré en otras ocasiones. Pero le pido a Dios la sabiduría para poder, como me ha tocado en ocasiones, humillarme y pedirles perdón cuando yo soy el culpable. No existe relación sin amor, no existe relación sin perdón, no existe relación más ejemplar de la que podamos aprender sobre esto y más, que del corazón de Dios al amarnos en Jesús y darlo para morir en la cruz del Calvario por nosotros. Dios siga transformándome a mí para ser un esposo y papá conforme a su corazón.

¿Qué he estado haciendo? Dios abrió puertas en una empresa para ser consultor y asesor estratégico empresarial (en esta vida no salimos adelante por ser buenos, sin el favor de Dios y sin el favor de otras personas que nos ayudan muy difícil) y hay dos más que quieren que los apoye, he estado dando cursos sobre liderazgo (si está en Guatemala y es pastor o uno de los líderes principales de su iglesia, tengo un patrocinador por medio del cual su iglesia podría recibir una capacitación de 4 horas sin costo. Puede escribir aquí y le enviaré más información), dando Coaching Ejecutivo, dando capacitaciones a empresas, escribiendo en mi blog sobre el hoy en base a la Biblia y agradecido con Banrural y Philos Latino, mis dos patrocinadores (ando en busca de un tercero) y ayudando a cuantos puedo en todo. Tengo muchas peticiones para consejería personal o que sea mentor de ellos en temas sobre hablar en público, liderazgo y otros. Pronto sacaré algo al respecto, para suplir estas necesidades de quienes me lo piden.

En fin, agradecido con Dios por la vida, por la familia, por los amigos, por los desconocidos que, con su amor y palabras, resultan ser como amigos de siempre que bendicen la vida en muchas maneras, y agradecido con usted por leer cada publicación, compartir lo que lee en sus redes sociales y compartirme por correo sobre su vida y testimonios.

Quiero seguir escribiendo y comenzar un Podcast en donde hable sobre lo que escribo aquí, hacer entrevistas y seguir sirviendo a Dios en cada interacción (¿Tiene ideas? démelas, que a veces las suyas son mejores que las mías).

Llegué a los 45 y llegaré hasta que Dios diga. Pero que en el caminar de los años que El me dé, pueda tener la sabiduría que viene de tenerle y temerle, disfrutar a mi familia, a mis amigos, lo que hago y sabiendo que, tener es importante, pero más que tener, es disfrutar en donde se está y lo que se tiene con contentamiento y amor hacia a Dios y al prójimo. Porque como dijo Zig Ziglar: “En el lecho de muerte nadie quiere tener al Director Financiero de sus empresas a su lado. Quiere tener a su familia y a sus amigos cercanos”.

“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.” Salmo 90:12

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