¿Por qué leer la Biblia?
Porque nos presenta la perfecta voluntad de Dios para todo ser humano. El Creador nos dice de dónde venimos, qué es la vida, cómo vivirla y qué viene después. Y el Creador sabe más. El nos creó y cuando nos salimos de la conducta para la que fuimos diseñados, sufrimos las consecuencias y todos los que se relacionan con nosotros también.
Salomón dijo: “Tan sólo he hallado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al género humano, pero éste se ha buscado demasiadas complicaciones.” Eclesiastés 7:29 NVI
El Nuevo Testamento tiene sólo 260 capítulos. Si usted lee dos capítulos por día, usted terminará de leerlo en sólo 130 días. Son un máximo de 15 minutos por día. Ahora bien, tal vez se preguntará ¿Qué es un capítulo? Vea le explico. La Biblia se divide en dos partes. El Antiguo y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento tiene 39 libros y el Nuevo Testamento 27. Cada libro se divide a su vez en partes pequeñas (números, llamados capítulos) que a su vez se dividen partes más pequeñas (más números, llamados versículos) todo, para facilitar la localización del texto.
Libros, capítulos y versículos
Cada libro en la Biblia, se divide en capítulos y estos a su vez en versículos.
Los capítulos se identifican con un número mayor que el texto bíblico. Los números grandes que usted ve en cada libro.
Cada capítulo se divide en versículos, que se identifican con números pequeños, del mismo tamaño o un poco más pequeños que el texto bíblico.
Los capítulos y versículos no aparecen en los textos originales, pero fueron agregados para facilitar la localización de los textos bíblicos y para agrupar los distintos pensamientos de cada autor. Algunas secciones de un libro tienen un título, que tampoco aparece en los textos originales, sino que fue agregado posteriormente por los traductores de cada traducción, para resumir el contenido de un conjunto de versículos.
Por eso, si el Nuevo Testamento tiene sólo 260 capítulos, y usted lee dos diarios, terminará de leerlo en 130 días.
Para que no sea una meta más que queda en el olvido le sugiero lo siguiente:
Escriba en su agenda la fecha en que terminará de leer el Nuevo Testamento
Lo bueno de las metas es que nos inspiran. Escriba en su agenda la fecha en que terminará. Cuente 130 días a partir del día de hoy y anote “Hoy termino de leer el Nuevo Testamento”.
Defina a qué hora y en qué lugar leerá todos los días
Un error que cometemos cuando nos establecemos una meta, es que no planificamos cómo y cuándo llevarla a cabo. Por eso es vital que usted defina a qué hora y en qué lugar leerá el Nuevo Testamento todos los días. ¿Tiene un celular o agenda electrónica con alarma? Prográmelo para que todos los días a cierta hora le recuerde realizar su lectura del día.
Planifique no quedarse atrás cuando tenga días completamente llenos
Si usted sabe que realizará un viaje y estará fuera 5 días, planifique no quedarse atrás. Durante cinco días antes de realizar el viaje, lea el doble de lecturas diarias (no 2 sino 4 capítulos por día). Así se va su viaje tranquilo, ya que va delante en sus lecturas bíblicas y no se atrasará. Lo mismo cuando sabe que mañana tendrá un día lleno, lea ese día el doble de lecturas diarias.
Invite a sus familiares y amigos a que lo acompañen en este desafío
Todo en la vida es mejor acompañado. Ir a Francia solo, no es lo mismo que ir con su mejor amigo o su pareja. Anime a sus familiares y amigos a leer el Nuevo Testamento en 130 días. Así cada vez que se reúnan ¿Cuál cree que será el tema de conversación? Si es padre de familia, siéntese con su pareja e hijos y todos los días lea la Biblia con ellos. El responsable de discipularlos a ellos no es su pastor, son ustedes como padres de familia. Viva su rol de mentor espiritual con ellos. Si no tienen, cómprele su Biblia a cada uno de ellos y presénteles la idea con entusiasmo.
Celebre el fin de las lecturas con un almuerzo, cena o actividad especial
Crecer en el conocimiento de Dios nuestro Señor debe ser motivo de celebración. Organice con sus familiares y amigos un tiempo de celebración en donde le den gracias a Dios por su palabra y por el privilegio que tuvieron de leerla. Esto motiva mucho a sus hijos. Ofrézcales celebrar la culminación de este logro con una actividad especial.
Le recomiendo leer la Nueva Versión Internacional, que es muy fácil de entender y con un lenguaje actual.
No existe la Biblia oficial en español. Ninguna es la que Dios específicamente dio en español porque la Biblia fue escrita en hebreo, griego y pequeñas porciones en arameo y todas las que tenemos en español son traducciones que se realizan siguiendo una de las tres teorías fundamentales de la traducción bíblica: la literal, la equivalente dinámico o la libre. Yo le recomiendo esta versión por ser para mí, mucho más fácil de entender que otras. Pero para su estudio bíblico recuerde que no debe usar sólo una, sino varias.
Sumérjase en los tiempos bíblicos y conozca más del Evangelio de Jesús, de sus discípulos y del crecimiento de la iglesia primitiva. Que disfrute su lectura.