Hace unas semanas, mi sobrino Jorge Mario de 3 años de edad, se fue conmigo en el carro. Durante la plática que sostuvimos me dijo: “Sabías que estas pulseras se pueden mojar, porque mi mami dice que no se derriten con el agua”.
Mi mami dice. Oh qué autoridad la de los papás. Lo que decimos a nuestros hijos, se vuelve ley. Lo interesante del asunto, es que esa ley puede estar equivocada. Y una ley equivocada, produce una conducta justamente equivocada. Lo único es que el que vive de acuerdo a esa ley, no lo sabe.
Dios envía a todo bebé sin nada de conocimiento en su cerebro. Son como un iPad recién sacada de la caja, sin contenido alguno. Los papás son el filtro que no sólo debe impedir que Apps que no convienen, que no son justos y que no traen nada bueno, sean instalados en su mente.
De los papás depende también que los Apps que nos hacen pensar en lo que es excelente o merece elogio, sí sean instalados. Los papás son el filtro, el antivirus que evita que lo malo y sólo lo bueno entre a las mentes de sus hijos.
¿Qué hacer cuando nuestros papás nos programaron en base a algo equivocado? En los básicos en el colegio, unas amigas me dijeron que sus papás les daban permiso de tener relaciones sexuales cuando quisieran. En aquel entonces no eran sexualmente activas. Lo único que les pedían es que practicaran sexo seguro, definición que para sus padres consistía en tener relaciones sexuales con algún anticonceptivo para que no quedaran embarazadas, preferiblemente un preservativo para evitar enfermedades de transmisión sexual.
A mí me programaron de otra manera. Mis papás y en la iglesia me enseñaron: “Las relaciones sexuales son bendecidas por Dios, son placenteras y se practican hasta el matrimonio y sólo dentro del matrimonio”. Nunca me hablaron mal de las relaciones sexuales, pero me hicieron ver que sexo seguro era una relación monógama durante el matrimonio. Porque aunque un preservativo protege no a un 100% de las enfermedades venéreas, no puede proteger la mente, ni el corazón del que las practica.
Mi mami dice dijo mi sobrino Jorge Mario. Las figuras de autoridad son las que nos enseñan y modelan la ley de la vida. Y si esta ley no está apegada a la ley de Dios esta es generalmente errónea y centrada alrededor de exaltar al hombre, en el ahora y basada en argumentaciones humanas que suenan bien, pero que la práctica de las mismas en el largo plazo producen el desenfreno y la muerte. Las leyes de Dios giran alrededor de Él y son el resguardo y paz de aquellos que las conocemos y las practicamos. Quebrantarlas es estar destinado a sufrir por elección propia.
¿Qué hacer entonces si sus papás lo programaron en base a algo equivocado? Lea la Biblia y conocerá la perfecta revelación de Dios para la humanidad. No existe justo alguno, todos somos pecadores y necesitados de un Salvador, Jesús el hijo de Dios.
Y es Jesús precisamente el que enseñó algo que todo el mundo habla y que aún se ha utilizado en películas como “Liar Liar” (Mentiroso, Mentiroso”. Me refiero a aquella frase que Jesús dijo y que muchos desconoce que él dijo: “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Esta es sólo la segunda parte de una promesa y de una explicación que hizo Jesús.
La primera parte la encontramos en Juan 8:31 “Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: –Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
No es cualquier verdad la que nos hace libres. Jesús nos dice que no es la verdad de la Universidad, de un maestro, de un descubrimiento, es la verdad de sus enseñanzas las que nos hacen libres. No es una verdad que se conoce, sino una verdad que se practica. Conocemos que hacer ejercicio es bueno, pero ¿Lo hacemos? Es que conocer y practicar son dos cosas. No basta conocer de Dios debemos practicar nuestra fe en Dios. ¿Y qué fue lo que enseñó Jesús? Yo le invito a que haga dos cosas para conocer Sus enseñanzas.
La primera cosa que debe hacer es leer un capítulo todos los días durante 24 días del libro de Lucas. Un médico y discípulo del apóstol Pablo que le escribió a Teófilo – alguien que tenía una posición importante en el imperio Romano, pues le llama Excelentísimo Teófilo – para que conociera y tuviera seguridad de los acontecimientos de Jesús. Este es uno de los cuatro libros en la Biblia que nos hablan sobre Jesús. Este libro y en 24 días es el que todos los que se convierten de sus pecados a Dios en La Fráter, leen en sus primeros 24 días de su caminar cristiano.
La segunda cosa que debe hacer es buscar una iglesia que base su fe y doctrina en una sana y correcta interpretación de las Escrituras en su contexto histórico y literario.
Siempre digo que los mandamientos de Dios existen para evitarnos sufrir y no para evitarnos vivir. De hecho el Sabio Salomón escribió en Proverbios 3:7 “No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. 8 Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.”
Que lo que mi mami dice… este basado en lo que papi dice… Y mi refiero al Padre Celestial. Sólo así tendremos un mundo en donde si nos mantenemos fieles a sus enseñanzas, conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres. Libres para vivir, libres para amar, libres del pecado, libres para gozar del regalo de la vida que Dios nos da.
Mi sobrino Jorge Mario me dijo: “Mi mami dice…”. Qué bueno que su mami, es un fiel discípulo de Jesús. Va por buen camino… ¿Y usted?
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