Algunos cristianos han malinterpretado las palabras de Jesucristo “Vayan y hagan discípulos”, y ahora dicen cómodamente “Vayan y traigan discípulos”.
En lugar de evangelizar al no cristiano, se encuentran apasionados por evangelizar a sus amigos cristianos de otras congregaciones para que se trasladen a la suya. Con frases como: “pasate a mi iglesia, aquí sí se mueve el Señor en cada reunión” o “te necesitamos como parte de nuestro equipo” o “aquí sí vamos a valorar los talentos que en tu iglesia no valoran”.
El crecimiento del Reino se da cuando un pecador se arrepiente, a través de la acción de la evangelización por medio de la palabra del que le presentó a Cristo. Pero cuando un cristiano invita a otro a cambiarse de iglesia, no hay crecimiento sino movimiento.
Si tenemos dos vasos con agua hasta la mitad y pasamos todo el agua del uno al otro ¿Tendremos más agua?
Le propongo tres soluciones a esta situación:
1. No invite a otros cristianos a pasarse a su congregación.
En cambio, promueva la lealtad. ¿Qué hace si está casado y encuentra a una mujer más bonita? ¿La deja y se va con la otra? Como usted es fiel, en lugar de dejarla, invierte en ella. Porque la ama, le da dinero para que compre ropa bonita, accesorios, para el salón de belleza y para sus uñas. Siempre existirá una congregación más bonita o con mejores instalaciones. No se cambie de iglesia, ayude a fortalecer las debilidades en la suya.
No haga de la Gran Comisión la Gran Intromisión. Deje a sus amigos cristianos en sus congregaciones.
2. Realice la difícil tarea de evangelizar a aquellos que aún no han puesto su fe en el Señor.
Somos la luz del mundo, pero ¿de qué nos sirve una linterna al medio día?
Sus amigos cristianos no necesitan la luz ¡están en la luz! La luz la necesitan aquellos que están en tinieblas. Aquellos que no saben ni quien es Marcos Witt, del último seminario de Igle-crecimiento o que la Biblia tiene 66 libros. Invite a su congregación, pero invite a pecadores. La salvación es para aquellos que están perdidos.
Por eso en la Fráter tenemos prohibido que nuestros miembros inviten a miembros de otras congregaciones a sus células. Definitivamente no queremos pescar en pecera, sino en el mar abierto.
3. Cuando un amigo cristiano lo invite a pasarse a su congregación haga lo siguiente
Véalo fijamente a los ojos y dígale pausadamente, Jesús dijo: “Vayan y hagan discípulos” no “Vayan y traigan discípulos”. La invitación que me estás haciendo hay que hacérsela a alguien que necesita de Cristo, no a alguien que ya vive a sus pies. Los discípulos se hacen, no se traen.
El vayan y traigan discípulos, es una estrategia de “crecimiento” que debilita a la iglesia.
Somos la luz del mundo, no un imán para los cristianos. No lleve la luz a la luz. Lleve la luz a las tinieblas. Sea fiel a la iglesia en la que Dios lo sembró y respalde la visión de su Pastor.
Es cierto, es imposible evitar que algunas personas se pasen a su congregación y usted no puede cerrarles las puertas. Lo que es totalmente incorrecto es invitarlos a pasarse a la suya. Termino con lo siguiente: somos llamados a hacer discípulos de Jesús de todo no cristiano y no ha invitar a discípulos ya formados a nuestra congregación. Continue predicando el arrepentimiento de pecados a quienes no conocen lo que es amar y ser amados por Dios. Porque como dice uno de mis Catapultazos:
«Robar miembros de otra congregación es cumplir la Gran Intromisión, nunca la Gran Comisión.»