La Navidad se ha convertido en la mejor época para muchos comercios. Todos buscamos regalarle algo a nuestros seres queridos. Queremos quedar bien con ellos porque les amamos. Planificamos el 24 de Diciembre a quiénes visitaremos y en dónde cenaremos. En Guatemala, en cada familia comemos tamales, pierna o pavo. Es una celebración en donde además de sentarnos a comer a la mesa, se acostumbra a quemar cohetes, a decorar las casas con un árbol, con luces y otros adornos. Pero ¿Realmente celebramos el nacimiento de nuestro Señor Jesús?
Bien sabemos que nunca nadie sabrá con exactitud cuando nació Jesús. Pero nosotros los cristianos sí sabemos el año, el día y la hora cuando nació en nuestro corazón. No importa si fue en diciembre, en marzo o en septiembre. La Navidad se da los 365 días del año cada vez que Jesús nace en el corazón de cada persona y divide su historia en una antes y un después. Un antes en el que vivíamos lejos de la perfecta voluntad de Dios y sufríamos las consecuencias de nuestra desobediencia. Un después en el que reconocemos que vivir y guardar los mandamientos que encontramos en la Biblia es encontrar la verdadera vida y paz. Sin embargo, la Navidad que celebramos cada diciembre, ha ido perdiendo su razón de ser y debemos retomar su significado real y enseñarlo a nuestros hijos.
Este 24 de diciembre asista al Servicio Especial de Navidad en Fráter Ciudad San Cristóbal de 20:00 a 22:00 hrs. Y a las doce de la noche en donde se encuentre, reúna a toda su familia, recuerden la historia de la llegada del Salvador al mundo y agradezcan unidos como una familia que ha nacido en nuestro corazón, porque sin Él estamos perdidos.
Para leer juntos en familia sobre el nacimiento de nuestro Señor Jesús:
Mateo 1:18-25 y Mateo 2:1-23
Lucas 1:26-80 y Lucas 2:1-40